Consejos para una larga vida útil
Nunca golpear la olla estando caliente, maniobrarla con cuidado recordando que las asas también se calientan.
Si la olla está caliente, apoyarla sobre una tabla de madera o un repasador, nunca sobre el mármol frío de la mesada.
Para revolver, nada mejor que una cuchara de madera.
Nunca poner a lavar la olla apenas sacada del fuego o del horno; hay que dejar que se enfríe o entibie para hacerlo. Se puede quebrar o resquebrajar.
Si se usa una olla para comidas saladas, utilícela siempre para comidas saladas. Si se usa para hacer cosas dulces, siempre se usará para hacer dulces.
Cómo curar una olla de barro
Hay diversas formas, según estén o no esmaltadas por dentro.
1) Para eliminar el exceso de plomo contenido en el esmalte que se le aplica, es necesario colocar una sustancia quelante que precipite el plomo, como la leche. Llenar la olla con leche y ponerla a hervir a fuego bajo unos 10 minutos.
2) Si no está esmaltada, necesita sellar los poros de la arcilla con una sustancia grasa, como la grasa de chancho o la manteca. Frotar bien por dentro y por fuera y llevar al horno durante 20 minutos.
3) Otra forma de sellar la arcilla es sumergir la olla en agua durante un día entero. Luego, secar bien y frotar con un ajo pelado tanto su interior como su exterior. Llenar de agua y hacerla hervir a fuego bajo por 10 minutos.
Cómo lavarla
La olla debe lavarse apenas con agua y jabón. Nunca usar esponja metálica, ni virulana, ni lavandina ni detergentes sintéticos. Lo ideal es usar jabón blanco (en pan, preparando un jaboncillo). Si es posible, al terminar el lavado se la puede impregnar con cenizas de madera (no de cigarrillos ni papel) para quitarle todo resto de sabor a grasa.
Modo de uso
En la olla de barro se pueden hacer todos los mismos platos que se hacen en ollas de presión, de fondo de acero aluminizado, etcétera. Hay que tener en cuenta que:
1) El calentamiento de la olla debe ser progresivo (se puede usar difusor) y conviene cocinar con fuego suave o moderado, nunca fuerte.
2) Los alimentos no deben estar congelados ni muy fríos.
3) La cocción continúa un rato más luego de que se la retira del fuego, por lo cual hay que apagar el fuego antes de que la comida esté totalmente cocinada.
Nunca golpear la olla estando caliente, maniobrarla con cuidado recordando que las asas también se calientan.
Si la olla está caliente, apoyarla sobre una tabla de madera o un repasador, nunca sobre el mármol frío de la mesada.
Para revolver, nada mejor que una cuchara de madera.
Nunca poner a lavar la olla apenas sacada del fuego o del horno; hay que dejar que se enfríe o entibie para hacerlo. Se puede quebrar o resquebrajar.
Si se usa una olla para comidas saladas, utilícela siempre para comidas saladas. Si se usa para hacer cosas dulces, siempre se usará para hacer dulces.
Cómo curar una olla de barro
Hay diversas formas, según estén o no esmaltadas por dentro.
1) Para eliminar el exceso de plomo contenido en el esmalte que se le aplica, es necesario colocar una sustancia quelante que precipite el plomo, como la leche. Llenar la olla con leche y ponerla a hervir a fuego bajo unos 10 minutos.
2) Si no está esmaltada, necesita sellar los poros de la arcilla con una sustancia grasa, como la grasa de chancho o la manteca. Frotar bien por dentro y por fuera y llevar al horno durante 20 minutos.
3) Otra forma de sellar la arcilla es sumergir la olla en agua durante un día entero. Luego, secar bien y frotar con un ajo pelado tanto su interior como su exterior. Llenar de agua y hacerla hervir a fuego bajo por 10 minutos.
Cómo lavarla
La olla debe lavarse apenas con agua y jabón. Nunca usar esponja metálica, ni virulana, ni lavandina ni detergentes sintéticos. Lo ideal es usar jabón blanco (en pan, preparando un jaboncillo). Si es posible, al terminar el lavado se la puede impregnar con cenizas de madera (no de cigarrillos ni papel) para quitarle todo resto de sabor a grasa.
Modo de uso
En la olla de barro se pueden hacer todos los mismos platos que se hacen en ollas de presión, de fondo de acero aluminizado, etcétera. Hay que tener en cuenta que:
1) El calentamiento de la olla debe ser progresivo (se puede usar difusor) y conviene cocinar con fuego suave o moderado, nunca fuerte.
2) Los alimentos no deben estar congelados ni muy fríos.
3) La cocción continúa un rato más luego de que se la retira del fuego, por lo cual hay que apagar el fuego antes de que la comida esté totalmente cocinada.